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¿Quién domó al lobo?

Autor: Samantha Shadey Baldaccini Corrales
Centre: INST.FRANCESC RIBALTA
Document:
Uno de mis objetivos fue analizar el pensamiento del hombre en ambos sistemas. A lo largo de mi investigación he podido percibir la fuerza con la que fue implantado el capitalismo en nuestra sociedad. Una fuerza tan brutal que nos conllevó a considerarlo como un orden natural, como la base de todo.

Conclusiones:

- El sistema condiciona con certeza la visión que tenemos del mundo. Vivimos en una sociedad extremadamente rápida, todo cambia constantemente.

- La fuerza de la globalización y el derrumbe del comunismo han transformado por completo la mente humana, ni los países comunistas piensan comunista (tomando en cuenta que los países comunistas, los cuales fueron o siguen siendo sistemas totalitarios, no condicionaban para el bien del pueblo, sino para mantenerlos controlados; hecho que sigue ocurriendo en nuestra sociedad, pero bajo distintas formas).

- Todos pensamos “capitalista”, es la única forma de concebir el mundo. El colectivismo o el individualismo que presente nuestro pensamiento depende del grado de condicionamiento capitalista que tengamos.

- Pude observar un colectivismo más presente en las personas de ideología comunista, al igual que diferentes grados de individualismo en personas de ideología capitalista.

- Muchas personas defienden el capitalismo y critican el comunismo sin tener algunos conocimientos básicos sobre ello. Se puede ver reflejado en las incongruencias de algunos razonamientos de las entrevistas donde por ejemplo personas que dicen preferir el capitalismo tienen visiones de la ética basadas en la religión y/o en el universalismo socrático que les empuja a creer en un cierto colectivismo que se opone por completo a la visión individual del desarrollo en las sociedades capitalistas, y de las diferencias sociales que lógicamente no concordarían con sus éticas.


Sobre la tendencia del hombre:

- El hombre al nacer no es ni bueno ni malo, pero mientras va creciendo adquiere condicionantes que lo incitarán a actuar de cierta manera, la manera será definida por un factor abstracto que no podemos determinar que lo hará inclinarse hacia prácticas consideradas viciosas o virtuosas.


La sociedad domó al lobo. El hombre no es un lobo para el hombre. El hombre no actúa por una bondad o una maldad innata, el hombre sigue el movimiento, se recuesta sobre las espaldas de sus líderes y camina cegado por la vida. El hombre es perezoso, depende de la sociedad, y hoy en día del consumo. Vive una vida limitada, vacía de interés y de esencia con el objetivo incesante de adquirir bienes materiales innecesarios a los que todos sucumbimos empoderando a la oligarquía que los produce y que nos domina. El capitalismo está llegando a su punto más alto, y como la historia nos ha enseñado, el apogeo de las grandes civilizaciones marca a su vez el principio de su descenso.